¿Nos dan lecciones los libros?

Tony y yo leyendo Bajo la misma estrella de John Green

Tony y yo leyendo Bajo la misma estrella de John Green

Estos últimos días he tenido varias ideas sobre las cuales escribir, pero ya que estamos de vacaciones en casa, las horas de escritura, en realidad, se han esfumado un poco. Las de lectura, en cambio se han acrecentado. Por eso, cuando vi que en un blog que sigo proponían leer en el club de lectura de febrero Bajo la misma estrella de John Green, no me resistí. Primero pensé en comprarlo, pero la verdad es que estamos caminando por la vereda de la frugalidad en estos momentos; así que mejor lo posteé en Facebook y me llegó al otro día un mensaje genial: ¡alguien tenía el libro y me lo prestaba! (¡¡Muchas gracias!!). Ya lo terminé. No fue una tarea difícil, de hecho, si no tuviera un hijo y otras lecturas que hacer, habría terminado rápidamente sus 300 páginas, porque es un texto muy ágil, se desliza sin necesidad de hacer una lectura rápida, que es cuando le pego una mirada a la página para poder pasarla de una vez. Lo admití. Eso hago a veces, aunque no con los libros que finalmente reseño, porque –no sé si alguna vez he comentado esto en el blog- hace un tiempo ya decidí reseñar solo libros que encuentre buenos, que me gusten por algún motivo; no tienen que ser perfectos ni obras maestras, pero sí agrupar ciertas cualidades: a veces se trata de la historia; otra, de los personajes; o de la forma en que es narrada; otras, todas las anteriores.

Como decía, leí atenta, pero rápidamente este libro que me gustó tanto, que decidí hacer una reseña para Publimetro. Debo mandar la reseña para que sea publicada hoy viernes de San Valentín, ojalá. Debido a que el momento de la publicación es un tanto incierto, decidí omitir cualquier mención al día aquel, aunque el libro sea sobre una historia de amor; entre otros temas. La historia de amor de Hazel y Augustus, dos jóvenes con cáncer. (La reseña fue publicada el 3 de marzo, pueden verla aquí).

En la reseña hago mención a la siguiente cita: “Hazel es diferente. Camina ligera, Van Houten. Camina ligera sin tocar el suelo” (299). Augustus describe de esa manera a Hazel. Me impactó, esa es la verdad, porque me puse a pensar en cómo camina una por la vida, cómo camino yo por la vida. Creo que la mayor parte del tiempo siento este inmenso peso sobre los hombros (ver cita a Paul McCartney en mi reseña), como ahora. Qué maravilla poder, a pesar de la vida, de la enfermedad, de los tropiezos, poder caminar ligera. Leía en una reseña de The Guardian que lo que más le gustaba a la crítica era cómo Hazel no se proponía aceptar su enfermedad, sino aceptar la vida. Es decir, disfrutar de lo que podamos obtener de la vida. Es como ese dicho de si la vida te da limones, entonces haz limonada. Pero mejor, todavía: una limonada dulce y rosada.

No suelo leer libro por las lecciones que implican para la vida. Me gusta leer por placer. Estudio los libros y escribo sobre ellos porque los amo –y en parte por eso me he abstenido de reseñar libros que no logren pasar la prueba-. Pero debo reconocer que este libro me ha dado algunas lecciones. Lo que sí tengo claro es que se aprende leyendo. Yo he aprendido muchas cosas: palabras nuevas, anécdotas, historias, a escribir, a tener paciencia, a disfrutar tendida en una cama, a andar siempre con un libro en la cartera, para aprovechar cada momento… En este caso recibí una lección mientras leía un texto ágil, bien escrito, con personajes increíblemente bien configurados, llenos de sutilezas y rasgos contradictorios, como es una, ¿no?

Un pensamiento en “¿Nos dan lecciones los libros?

  1. Pingback: “Bajo la misma estrella” de John Green | Bueno, bonito y letrado

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