
Pantallazo de la primera columna sobre Jeanette Winterson y su libro ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal?
Hace poco más de un año recibí un mensaje en que me proponían tener una columna semanal de libros en el sitio web de Publimetro. Estaba recién comenzando el doctorado y con una formación de periodista en que trabajé durante años escribiendo notas diarias, la invitación me pareció un sueño. Allí podría dedicarme a la literatura y también escribir de forma periódica, acorde a mi formación. Este 22 de marzo se cumple un año desde mi primera reseña en el sitio web del diario.
Cuando comencé a escribir las reseñas no tenía un plan muy estructurado, salvo que no fueran académicas y que incorporaran una veta personal, si la lectura me había comprometido en lo personal, bueno, que se notara en la escritura. Mi primera columna fue sobre un libro que adoro: ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? De Jeanette Winterson. La segunda fue de un libro que terminé con dificultad, un texto pretencioso con un protagonista odioso y muy caricaturizado, pero que el autor consideraba, aparentemente, un genio. Era un libro aleccionador y que se tomaba demasiado en serio. Y a pesar de que consideré que era un mal libro y que le otorgué una reseña poco alentadora, quedé con un mal sabor de boca. Le di varias vueltas al asunto y me di cuenta de que no me había gustado ocupar ese espacio semanal en otorgar una mala crítica. No es que el libro no la mereciera, no se trata de eso. Pero pensé que si se lee poco y alguien puede sentirse motivado al llegar a una reseña mía, ¿no sería mejor que lo motivara a leer que a no leer?
Hace un tiempo leí una excelente nota al respecto. Dos críticas estadounidenses hablaban sobre el tema. Ambas concluían que debe haber buenas y malas críticas, pero me interesó en especial una que había llegado a mi misma conclusión en un momento de su actividad crítica: no quería malgastar el tiempo en libros que no lo merecían. Había cambiado de opinión luego, creo que después de leer un libro en particular, y había decidido hacer malas críticas también porque es parte de la labor. Yo concuerdo con ella y valoro que haya críticas buenas y malas, tal vez en el futuro decida volver a hacerlas si encuentro que un libro se lo merece.
Sin embargo, por el momento, he decidido escribir –al menos en la columna de Publimetro- solo sobre libros que encuentro buenos. Lo pongo en cursivas porque esto no quiere decir que todos sean obras maestras, aunque he leído varios que he encontrado excepcionales; pero sí que se trata de textos que he valorado por su prosa, la construcción de personajes, la trama, el manejo del suspenso, etc. Las razones pueden ser variadas.
Dicho eso, hago mi propia celebración de haber estado durante un año publicando semanalmente una columna (lo que quiere decir que he aumentado muchísimo la cantidad de libros que leo, ya que no todos acaban en la columna) y festejo también que sigo haciéndolo. De hecho, después de terminar de escribir este post, comenzaré a redactar mi próxima columna.
Para ver mi primera columna en Publimetro, hagan clic aquí.
Los interesados en revisar mis otras reseñas, pueden revisar el recuadro “Mi columna en Publimetro.cl” que se encuentra a la derecha en mi blog. Además en la pestaña “Críticas y Reseñas” que se encuentra arriba, pueden encontrar más material. Allí voy subiendo también las columnas que he publicado en el diario (su edición virtual) para que no se me pierdan. ¡Saludos!